Pues no nos esperamos hasta el domingo. El sábado, todo el día lo pasé en la Mariposa. Todo el día en el cuarto de mi abuelo. Desde la mañana hasta que cerramos. A mi me gustó, me la pasé muy bien pero la que se estresó un poco fue mi mamá. Ya que llegó rendida a la casa. Y se durmió diciendo mañana no.
El domingo mi papi se levantó temprano para irse ya que el día del padre es un día muy fuerte de trabajo. Le mandé un abrazo a mi abuelito de felicidades y otro a mi tío Héctor. A mi tío Alex no porque todavía no es papá. Bueno, eso espero.
Por teléfono mi papá habló con mi mamá y la convenció de que me llevara. Fuimos un rato por la tarde con mi tío Adrián y mi tía Poly y mi tía Juany con mis primas. Pero esta vez si me dejaron en el portabebés en las mesas. Eso me gustó más porque hay muchas cosas que ver pero mi mamá se angustió tanto que hasta enferma terminó.
Lunes y martes después de festejar el día del padre mi papá probó un poquito lo que es ser mamá. Lo triste de esto es que el no tiene chichis y como mi mamá recayó seriamente en cama por algo que parece ser dengue yo me quede sin ese tan natural placer. Dos días de calentura, dolor de huesos, ojos y cabeza de mi madre me sometieron a la horrible dieta de sólo tomar fórmula.
Lo bueno de todo esto es que pasé mucho tiempo con mi papá, me cambió el pañal, preparó bibis y todas esas cosas, pero sobre todo agudizamos la conexión que hay entre nosotros. Pero ya quiero que mi mamá se ponga bien.
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