
Estamos a cinco semanas de que nazca mi hermanito, todo según el doctor está en orden, a no ser de uno o dos kilos que mi mami trae de más. Pero nada que signifique algo.
No lo van a creer pero él me conoce y conoce mi risa: cuando me río a carcajadas, la panza de mi mamá empieza a brincar porque ya quiere jugar conmigo.
Estamos muy pero muy contentos y ya estamos preparando nuestra casita para su llegada.
Los dejo aquí con algunas de las fotos de estos últimos días.



