
Ahora desperté y no estaba papá en casa, busqué debajo de las almohadas y no lo encontré, creí que estaba jugando a las escondidas así que intenté bajo la cama pero tampoco estaba, así que una vez llorando, entendí las palabras de mamá. Papi había ido a trabajar.
Ando con aquello de las mordidas. Dice la Martha que es una etapa, que todos pasamos por eso. Tengo a mi mamá llena de moretes. Mi papá se desespera cuando lo muerdo y dice que no tarda en darme un manazo, que con eso voy a entender. No muerdo a todo mundo, solo a mi mamá, a la Mely, a mi tía Juany y a papá, las personas que más quiero, lo que pasa es que me acerco y siento tan bonito que me los quiero comer. Yo quiero que mi papá entienda que no soy yo, si no el animalito que traigo dentro, y que no se puede detener. Que un manazo puede asustarlo y hacer que se esconda muy adentro y que en veces no salga.
Mi amor es un animalito y mi gusto es vernáculo, y no lo puedo evitar. Sale una canción ranchera y mi cabeza empieza moverse al ritmo de la tarola y el acordeón. Mi papá como que no se pone muy contento, el quisiera que moviera mi cabeza con el "ponchis ponchis" o al ritmo de las guitarras eléctricas. Pero no se que es lo que corre por mi sangre que las cumbias y la canción ranchera son las que me hacen mover. Si no fuera porque me parezco tanto a mi papá, algo andaría rondando por mi mente.
Cuando voy al super o cuando tengo hambre el animalito se apodera de mí y nadie lo puede contener. Todo lo que venga en envase tetrapack me lo quiero comer. Dice la Martha que la Coca-Cola es el diablo disfrazado de refresco. Yo no entiendo de eso. Pero desde que me la dieron a probar mi animalito agarró más desespero. Mi papá condena a The Coca-Cola Company por haber creado ese monstruo que le encantan a mi paladar. Yo no entiendo eso. ¿Son culpables por crear algo que tanto nos gusta? Dice mi abuelo que la cosa es la mercadotecnia.
Ya se dar besos y mi animalito tampoco se puede detener cuando me agarra la onda de darlos. Uno a papá, otro a mamá, uno a papá y otro a mamá y así sucesivamente todas las noches hasta que deja de ser gracia y nos dormimos. Así que mando besos a mi nino Ro para que me escriba más, a Isabela y mi tía Caro que me da consejos, a mi tío Neto que siempre aparece, a mi tía Alma Rosa que le gusta mucho la Coca-Cola y a mi amiga "Natural y Peligrosa" y adios.
